Hace unos días, decidimos dejar de lado por un momento el entorno tecnológico para sumergirnos en una actividad diferente: una jornada de team building en un colmenar. Nos desplazamos a la localidad vallisoletana de Tiedra, donde Setentaynueve, una empresa familiar dedicada a la producción y comercialización de productos derivados de la colmena, nos abrió sus puertas. La experiencia no solo nos permitió desconectar de la rutina diaria, sino también aprender valiosas lecciones de la naturaleza, aplicables a nuestra labor tecnológica. ¿Quieres saber cómo fue nuestra experiencia?
Al llegar a las instalaciones de Setentaynueve, fuimos recibidos por Óscar, quien nos guio a través de esta experiencia. La jornada comenzó con una presentación sobre el funcionamiento de una colmena y la organización interna de las abejas. Cada miembro del equipo de ARSOFT pudo descubrir la complejidad y eficiencia de estos pequeños insectos, que operan como una verdadera comunidad colaborativa.
Las abejas son un reflejo perfecto de trabajo en equipo: cada una tiene un rol específico, ya sea recolectar néctar, proteger la colmena o cuidar de las crías. Este sistema colaborativo es fundamental para la supervivencia de la colmena.
Después de la introducción teórica, pasamos a conocer de cerca el proceso de producción de los productos derivados de la colmena. Setentaynueve se especializa en la elaboración de mieles, propóleos, jaleas reales y otros productos derivados de la apicultura, que producen de manera artesanal y sostenible. En nuestra visita a sus instalaciones, fuimos testigos del meticuloso proceso de recolección de la miel, desde la extracción en las colmenas hasta su preparación y envasado para la venta.
Con los conocimientos teóricos claros, llegó el momento más esperado: vestirnos con trajes protectores y entrar en el colmenar. Bajo la guía experta de los responsables de Setentaynueve, observamos de primera mano el funcionamiento interno de una colmena.
Nos mostraron cómo las abejas recolectan el néctar, lo transforman en miel y cuidan meticulosamente de la colmena.
Uno de los momentos más interesantes de la jornada fue la sesión de degustación. Tras la visita al colmenar, nos reunimos para probar una variedad de mieles producidas por Setentaynueve.
El team building en el colmenar fue mucho más que una simple actividad fuera de la oficina. Nos permitió reconectar como equipo, aprender valiosas lecciones de la naturaleza y reflexionar sobre cómo esas enseñanzas pueden aplicarse a nuestro trabajo diario en ARSOFT.
Si bien nuestra labor se centra en la creación de mundos digitales inmersivos y soluciones avanzadas de realidad extendida, esta experiencia en un entorno completamente natural nos mostró el poder de una estructura colaborativa eficiente. Además, nos recordó que la innovación y la adaptación son esenciales, tanto en la naturaleza como en la tecnología.
Desde ARSOFT, queremos dar las gracias a Óscar y Samuel de Setentaynueve por habernos permitido vivir esta fantástica experiencia. Estamos seguros de que esta jornada en el colmenar dejará una huella en nuestro equipo y nos impulsará a seguir innovando con una mentalidad colaborativa y abierta a nuevas perspectivas.